sábado, 2 de octubre de 2010

la palabra marrano

La palabra «marrano» procede del árabe muḥarram,[1] ('cosa prohibida'), expresión usada para designar, entre otras muchas cosas, al cerdo, cuya carne estaba prohibida para judíos y musulmanes. La palabra se utilizó primero en el romance peninsular para designar a este animal (documentada desde 965). Para designar, de forma hiriente, a los cristianos nuevos está documentada en castellano desde comienzos del siglo XIII,[2] seguramente porque estos conversos se abstenían de comer carne de cerdo. En 1691, por ejemplo, Francisco de Torrejoncillo en su libelo antisemita[3] Centinela contra judios: puesta en la torre de la iglesia de Dios con el trabajo, escribía una descripción del término:
Otro nombre que les davan antiguamente por afrenta, de mas de perros ó canes, que era llamarlos marranos, como lo dize Didarus á Velazquez. Pues qué razon avria para darles este nombre, llamando a los Judíos marranos? Muchas razones dan estos graves Autores [...] Otros dizen, que los Españoles les salió este nombre, llamandoles marranos, que en Español quiere decir puercos; y asi por infamia les llamaban puercos marranos a los Christianos nuevos, y dávanles, y se les puede dar este nombre con gran propiedad, porque entre los marranos, cuando gruñe, y se quexa uno de ellos, todos los demás puercos o marranos acuden a su gruñido; y como son assi los Judíos, que al lamento del vno acuden todos, por esso les dieron titulo, y nombre de marranos
Aunque en un principio el término se empleaba tanto para los conversos procedentes del judaísmo como del Islam, con el tiempo a estos últimos se les denominó moriscos, y la voz «marrano» quedó para designar únicamente a los judeoconversos.
En Portugal se conocía despectivamente a los judeoconversos como cristãos novos y en las Islas Baleares como xuetes ('chuetas').
El término «marrano» está estrechamente relacionado con otros apelativos:
Los convertidos del Judaísmo al Catolicismo eran llamados conversos o cristianos nuevos. Este término era igualmente aplicado a los conversos procedentes del Islam y tenía carácter discriminatorio, aunque menos insultante que la voz «marrano».
Aquellos conversos que practicaban la Ley Judía o, al menos, una reconstrucción de los ritos y creencias del Judaísmo, eran denominados judaizantes (en la actualidad se les denomina criptojudíos, literalmente «judíos secretos», y sus prácticas religiosas se denominan criptojudaísmo). Sobre las prácticas de los judaizantes existe abundante documentación en los procesos de la Inquisición, aunque a veces es difícil deslindar cuáles corresponden a hechos reales y cuáles son acusaciones calumniosas producto del antisemitismo.
Los sefardíes (literalmente "españoles") son los descendientes de los miembros de la comunidad hispanojudía que mantuvieron su fe y tuvieron que exiliarse en 1492, tras lo cual se dispersaron por Europa y el Mediterráneo. Con posterioridad algunos marranos se reintegraron en esta comunidad, a veces con el recelo de los que se habían mantenido fieles al judaísmo. Otros emigraron a América, aunque las autoridades vigilaban que sólo cristianos viejos lo hicieran. En la actual América Latina, muchos dicen descender de aquellos que mantuvieron su fe y creen poder reconocerse por los apellidos.
[editar] Las conversiones
Artículo principal: Historia de los judíos en España
Desde los asaltos a las juderías de 1391, y a causa del creciente antisemitismo imperante en los reinos cristianos españoles durante el siglo XV, tuvieron lugar numerosas conversiones de judíos, muchas de las cuales eran forzosas o tenían la única finalidad de evitar las persecuciones. Las conversiones aumentaron significativamente al producirse la expulsión de los judíos de España, en 1492.
Desde mucho antes, la comunidad judeoconversa, relativamente poderosa, había llegado a ser objeto de los recelos de los cristianos viejos, que habían conseguido medidas de discriminación legal (estatutos de limpieza de sangre) a partir de la revuelta anticonversa de Toledo de 1446 dirigida por Pedro Sarmiento. Desde 1478 su ortodoxia religiosa fue objeto frecuentemente de procesos por parte de la Inquisición española, y más tarde también en Portugal, donde entre 1580 y 1640 volvieron a estar bajo su jurisdicción por la unificación de aquel reino con la Monarquía Católica de los Habsburgo.
[editar] Clasificación de los «marranos»
Se pueden identificar tres categorías para los marranos y sus descendientes. Los primeros corresponden a aquellos que, exentos de cualquier afecto por el judaísmo e indiferentes a la religión en general, recibieron con dicha conversión la posibilidad de cambiar su condición oprimida por las excelentes oportunidades que se abrieron al convertirse al cristianismo. Simulaban ser cristianos cuando resultaba adecuado y hacían mofa de los judíos y el judaísmo. Ciertos poetas españoles se pueden asociar a esta categoría, entre los que podemos nombrar a:
Pero Ferrus,
Juan de Valladolid,
Rodrigo Cota y
Juan de España de Toledo, también conocido como «El Viejo», a quien se consideraba un connotado talmudista,
el monje Diego de Valencia, otro judío bautizado.
Estos dos últimos empleaban palabras en hebreo en sus pasquines para burlarse del pueblo judío.
[editar] Drama en Lisboa
Tras la expulsión de los judíos de Castilla y las provincias de los Reyes Católicos, muchos de éstos trataron de huir hacia Portugal. Por influencia de algunos prelados, fueron obligados a entregar todos los hijos e hijas menores de 14 años para ser devueltos y ser educados bajo el catolicismo, creando una de las más dolorosas tragedias del judaísmo del siglo XV. Posteriormente huyeron hacia Amsterdam, donde hoy en día se encuentra una excelente documentación de estos hechos en el Museo Histórico JHM. La Sinagoga producto de este éxodo fue una de las más grandes de aquellos tiempos, y sigue en uso.
[editar] La diáspora
La coincidencia entre la fecha 3 de agosto de 1492, en que Cristóbal Colón partió en su viaje en busca de la India, y el término en el cual los judíos de la península Ibérica la abandonaron, permite suponer la influencia de esa decisión por parte de los Reyes Católicos. Esto condujo a una de las diásporas más grandes, graves y hasta el día de hoy inconclusa del pueblo judío. En América fueron registrados muchos judíos, incluso conscientemente, los cuales fueron perseguidos y nuevamente amenazados por la Inquisición en el Reino de Nueva Granada en Cartagena y todas las consecuentes.
A los descendientes de éstos se les perdió casi en su totalidad la identidad judía hasta el día de hoy. Los métodos de análisis del ADN permiten hoy en día cerrar los eslabones que confirman esta suposición, pues los nombres de muchas familias son conocidos entre los sefarditas.

miércoles, 16 de junio de 2010

LA PORCICULTURA






INTRODUCCION

A nivel mundial, México ocupa el lugar número 18 en producción de carne de cerdo, y se ubica como segundo productor latinoamericano. En la decada de los 90's la producción de carne de porcino en México mostró una tasa anual de crecimiento del 3.1%, estimándose que para el año 2000 se producirían un millón de toneladas de carne. El crecimiento del valor de su producción representa el 26% del total de carnes producidas, y se estima que el consumo per cápita de carne de porcino es de alrededor de 12 kg.

En el año de 1991, el 99 % de las unidades de producción contaban con una población de menos de 20 cabezas, lo que representó el 52 % del inventario nacional, mientras que el 1 % restante disponía de más de 20 cerdos por granja, conjuntando el 48 % del inventario. Esta situación ha traido como consecuencia un aumento en la capacidad contaminante de las granjas porcinas, en especial, en regiones del país que que presentan una alta densidad de población porcina, ya que la porcicultura en México independientemente de ser practicada en todo el país, muestra una gran concentración en pocas entidades, donde la operación de grandes grupos de productores y empresas permite ofertar grandes volúmenes de carne para el abasto interno e inclusive para la exportación, de tal forma que el 68.7 % de la producción nacional es generada en 6 entidades del país: Jalisco, Sonora, Guanajuato, Puebla, Yucatán y Michoacán. Como resultado de esto, grandes cantidades de excretas son producidas en áreas pequeñas de terreno y su distribución y descarga han acarreado problemas de contaminación ambiental. La aplicación de grandes cantidades de excretas a tierras de cultivo potencialmente puede conducir a concentraciones excesivas de minerales en las guas, y su acumulación en los suelos.

Asociado a lo anterior, en México, la porcicultura se ubica como la principal actividad ganadera demandante de granos forrajeros, y ocupa el tercer lugar en la demanda de pastas de oleaginosas, los cuales representan el 25.8 y el 21.9 %, respectivamente de la demanda pecuaria del año 2000. Aproximadamente un 50% de estos granos forrajeros y la mayor parte de las pastas de oleaginosas se deben importar. La producción de granos y oleaginosas a nivel local tiene en otras consecuencias, la sustitución de la vegetación nativa por cultivos de gramíneas con la consecuente pérdida de la biodiversidad de la flora y fauna nativas; efectos de erosión debido a la pérdida de nutrientes del suelo; abatimiento de los mantos acuíferos debido a la mayor demanda de extracción de agua para riego. A nivel global, la importación de insumos alimenticios provenientes de otros países envuelve la transferencia masiva de nutrientes, con las mismas consecuencias mencionadas arriba en las áreas de producción, pero además contaminando a través de las excretas de los animales, el ambiente local donde estos insumos son usados finalmente en la alimentación de los animales.





DEFINICION


La porcicultura es la crianza de los cerdos con fines industriales conociendo todos los principios científicos en los cuales se fundamenta la crianza.

Saber la técnica o provecho que se puede sacar del cerdo según las condiciones del clima, facilidades del transporte, disposición de herramientas de trabajo, demanda de los productos y mercadeo. De todo esto se deducen las enseñanzas practicas que se deben aplicar en el manejo de la industria, para que el porcicultor tenga el mínimo de gastos, egresos y mayor rendimiento económico, ingresos.

ASPECTOS GENERALES

La porcicultura se puede tomar en primera instancia para el agricultor de escasos recursos, un medio de transformar en carne o grasa, productos de la granja o de la finca, ya sean espontáneos, o desechos de cultivos utilizables en la cría y alimentación del cerdo, que no deben faltar en una explotación agrícola pues constituyen una fuente de ingresos, con pequeña inversión de capital. Además hay carne para el personal o trabajadores.

El otro aspecto es la Porcicultura como industria, esta requiere conocimientos de zootecnia, economía y administración, e inversión de capital con un sentido de responsabilidad y estudio planificado, con fines comerciales de hacer producir un alto porcentaje al capital invertido a amortizar el mismo a corto plazo.

Este negocio sea en pequeña o grande escala no requiere gran capital para su iniciación, su cuidado y manejo no es muy complicado, solo falta conocimientos en la materia, para aprovechar por medio de la explotación del cerdo lo que hoy se desperdicia en el país sin ningún beneficio económico. La demanda de carne es universal, todas las partes de su cuerpo se utilizan en una u otra forma. Además es un animal rústico que cuando se tiene en libertad parte de su comida se la busca el mismo y cuando se tiene recluido enferma poco y engorda rápido.